Nuestros voluntarios llegan también a casa de los enfermos

Hoy queremos presentaros a Lorena y Rebeca, dos voluntarias de la Fundación que forman parte del  Programa de La Sonrisa del Sol , y actualmente desarrollan su trabajo dentro de nuestro programa “Voluntariado Domiciliario”. Sus testimonios, la mejor presentación de este Programa:

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“Para mi esta actividad de voluntariado está siendo una experiencia muy enriquecedora; he conocido una familia increíble que me ha abierto las puertas de su casa.
Disfrutamos cada día, de un niño increíble que nos regala baúles repletos del mejor tesoro: los besos piratas y sus miles de sonrisas.
Con mi compañera Lorena, me he reído, desahogado, y vivido esta maravillosa experiencia.
Ser voluntaria ya desde hace varios años, a mí, me ha enseñado a crecer día a día, a valorar cada segundo, y lo más importante, a ganar valor y fuerza para mi bolsillo lleno de sonrisas, besos y alegría. Ser voluntaria me hace feliz! Y me siento muy  orgullosa de ello.
Que cada día continúe la lucha del valor y de la alegría, con fuerza, contra el cáncer infantil.»

Rebeca. «Alfayat» (payasita repleta de sonrisas

“En este voluntariado, en el domicilio,  trabajamos todo tipo de  juegos, disfraces, leemos cuentos,..Ayudamos a dar la merienda…. e incluso acompañamos al niño  a la calle cuando el paciente quiere salir con la familia…..

 Intentamos apoyar a la familia: escuchamos  todos sus miedos, dudas, rabia y el dolor que sienten ante la situación.
 Es una actividad muy gratificante: cada día que vamos , el peque  nos está esperando con muchas ganas y …ver su cara de felicidad,  te hace ver que lo que haces es muy importante tanto para el niño como para la familia, aportándoles momentos de respiro, y de descanso.
Te sientes  parte importante de sus vidas por la complicidad que se crea.
Y lo mejor, una sonrisa del niño, que vale millones”

Lorena Córdoba

En el Programa de acompañamiento domiciliario, los voluntarios realizan con el paciente en su casa, diferentes actividades adaptadas a su situación  (juegos, manualidades, lectura, etc.). De este modo el niño puede disfrutar de un rato de diversión, y sus familiares pueden descansar. A  menudo las familias que cuidan en casa a sus hijos enfermos, están sobrecargadas por la alta dependencia que tienen sus hijos de ellos y por la gran responsabilidad que tienen en su cuidado.
Desde la Fundación hemos atendido varios casos de pacientes en el domicilio, con resultados muy satisfactorios para todos: enfermos, familias, y voluntarios.
Este programa se lleva a cabo con pacientes crónicos, con familias en situación social difícil o con familias que atraviesan una dificultad concreta y  puntual, y con pacientes en cuidados paliativos. Atendemos los casos que nos derivan  los diferentes profesionales de los hospitales (psicólogos, trabajadores sociales, médicos…)
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EL NIÑO EN SU CASA ES MAS FELIZ QUE EN EL HOSPITAL, PERO HAY QUE SEGUIR APORTÁNDOLE LO QUE TODO NIÑO NECESITA, POR ESO VAMOS A SU CASA PARA QUE SIGA JUGANDO Y APRENDIENDO, Y DESARROLLÁNDOSE COMO PERSONA, DANDO TIEMPOS DE RESPIRO A LOS PADRES Y/O CUIDADORES

¡¡GRACIAS LORENA Y REBECA!!

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